¡El Cerrillo guarda muchos secretos, y cada día revelamos más!

En solo unos días desde el inicio de esta octava campaña de excavación arqueológica, hemos realizado un hallazgo que podría cambiar por completo nuestra comprensión del pasado de El Boalo: todo el cerrillo de El Rebollar estaba cubierto de tumbas. Pero eso no es todo: también han comenzado a aparecer nuevas estructuras, cuyas características aún estamos estudiando con detalle. ¡Sí, como lo lees!

La gran densidad de tumbas localizadas, algunas de ellas dobles, otras pertenecientes a individuos juveniles y muchas de adultos, sugiere que esta no era una necrópolis aislada. Todo apunta a que podríamos estar ante un espacio mucho más complejo, en el que los enterramientos convivían con zonas de hábitat y vida cotidiana. En otras palabras, es posible que estemos excavando los restos de un asentamiento histórico completo, que integraba viviendas, espacios de culto, y una intensa actividad funeraria en un mismo lugar.

Si esta hipótesis se confirma en las próximas semanas, estaríamos ante un hallazgo de gran relevancia arqueológica e histórica, ya que permitiría reconstruir no solo cómo enterraban sus muertos los habitantes de la zona, sino también cómo vivían, se organizaban y se relacionaban con su entorno en este punto tan estratégico de la Sierra de Madrid. El Cerrillo de El Rebollar, así, podría revelarse como un núcleo poblacional clave en la comprensión de la ocupación humana en la región.

Aunque el apagón del lunes que afectó a la Península Ibérica no interrumpió las labores de excavación, el martes se notó la ausencia de voluntarios procedentes del centro de Madrid. ¡Os echamos de menos!

Conviene además recordar que estamos trabajando para que en el futuro, esta zona sea visitable gracias a pasarelas y un centro de acogida de visitantes que hará accesible este fascinante pasado a todos los públicos.

Esto es solo el principio. ¡Quién sabe qué descubrimientos nos depararán los próximos días!